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En el partido de ayer, contra el Tosiria, escuché algun padre decir algo, y lo peor no es eso, sino que su hijo le hace caso.
Yo soy el entrenador. Lo puedo hacer bien, lo puedo hacer mal, puedo equivocarme, a lo mejor no tengo ni idea, pero por favor, un RESPETO.
Cuando estamos en el vestuario, yo doy las instrucciones a los niños de lo que tenemos que hacer, como debemos sacar el balon, ect. Ayer precisamente un jugador hizo lo contrario de lo que yo le dije.
Con esta actitud de algunos padres, lo único que conseguimos es que los niños estén mas pendientes de los padres, que del propio partido.
Dejemos que se equivoquen, para que aprendan.
Desde la grada, solo se debe escuchar aplausos, gritos de animo, pero no instrucciones.
Porque al final, al niño tendré que sentarlo en el banquillo, para que el padre no les dé instrucciones y que juegue el que sí me hace caso. Aunque se equivoque.
Estamos en futbol base, y debemos aprender. Yo como entrenador el primero. Pero los niños tienen el derecho a equivocarse.
Un saludo. Jose Luis
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